El problema del periodista en cualquier parte del mundo es que siempre va a tener fobias y filias que afloran en el momento que las circunstancias lo exigen. De tal modo que el trabajo de moderar un debate no sólo requiere de inteligencia, sino además de una honestidad, templanza, prudencia y autodominio que pocos periodistas en Veracruz tienen.
Unos tienen inteligencia, otros honestidad, otros templanza, otros prudencia y otros autodominio, pero está difícil encontrar a uno que posea estas cinco virtudes. Por ello no es mala idea que los moderadores del debate entre los candidatos a gobernador en Veracruz sean externos. Por supuesto, estaría muy bien que el trabajo que han realizado en el periodismo fuera su carta de presentación.
En otras ocasiones, en los debates de algún medio o los organizados por la autoridad electoral, algún periodista veracruzano ha sido moderador; pero son más conductores de noticias que periodistas, por lo que se han visto muy rebasados. También es un riesgo traer a alguien del centro del país que crea que viene a dar cátedra a Veracruz, como sucedió con Adriana Pérez Cañedo, que quiso venderle chiles a Clemente Jackes y por ello la apodaron #LadyDebate.
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