Desde ese momento la feria ya estaba sentenciada. Pero la FILU UV ya no tuvo manera de levantarse cuando Carmen Aristegui rechazó la Medalla al Mérito que se le iba a otorgar en una feria organizada por el sujeto que abusó y manipuló al Premio Cervantes de Literatura. Para ese momento la FILU sólo fue una anécdota, un simple tianguis de libros que quiso explotar la “inocencia” de Juan Villoro que, como los pollos, va a donde le den buen maíz.
La FILU UV 2018 debe ser la feria más desangelada de todas las que se han llevado a cabo; esto habría que agradecérselo a la tozudez de Sara Ladrón, quien se empecina en tener entre sus amigos a un sujeto que desprestigia a Veracruz.