A nadie cabe duda la clase de sujeto que es Ricardo Alemán, un lacayo del sistema que hace rato se vendió sin importarle caer en la peor de las abyecciones. Su servilismo rebasa el de Eduardo Ruiz Healy en 2006, o el de David Páramo; los dos por cierto perdieron a sus hijos por razones relacionadas con las drogas. Ese David Páramo, a quien le mataron a dos de sus hijos, en alguna ocasión se atrevió a decir en su programa de asuntos financieros y refiriéndose a AMLO: «Muerto el perro se acabó la rabia»; los que murieron fueron sus hijos.
Esta vez Ricardo Alemán escribió en su cuenta de Twitter: «A John Lennon lo mató un fan, A Versace lo mató un fan, A Selena la mató una fan, A ver a que hora, chairos». Ricardo Alemán ahora se retracta como cobarde que es, pero está deseando la muerte de López Obrador, como lo hiciera David Páramo.
Por supuesto, la respuesta despertó una indignación general y en lugar de conseguir que alguno de los seguidores atente contra la vida de López Obrador, el respaldo al candidato de Morena ha sido mayor. Las recriminaciones no faltaron, pero se refugia en su libertad de expresión, porque todavía se siente periodista.
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