En el programa Tercer Grado que el día de ayer se reestrenó con una entrevista a Andrés Manuel López Obrador, el extitular del noticiero de la noche en Televisa, lanzó mordidas que López Obrador esquivó. López-Dóriga lo quiso enganchar en el tema de la carta del grupito de empresarios que busca seguir chupando la sangre a los mexicanos, que busca seguir evadiendo impuestos; ese grupito cínico que se ha hecho rico a costa de la pobreza de los mexicanos.
López-Dóriga, el decadente, el que se puso de rodillas ante María Asunción Aramburuzabala, el que tiene todavía sueños de grandeza y se despierta gritando una palabra que inmediatamente olvida: DIGNIDAD.