Los Pinos y Carvallo habla con EPN

El conflicto entre los vecinos de Emiliano Zapata y la granja porcícola Los Pinos continúa FOTO: LOS POLÍTICOS VERACRUZ
- en Opinión

Salvador Muñoz / Voy a hablarle de Los Pinos, pero no de ésos, donde ayer se reunieron los diputados federales del Partido Verde Ecologista de México y los del Revolucionario Institucional con el presidente Enrique Peña Nieto… no, de esos no… sino de otros Pinos que están más cerca para nosotros…

Pero bueno, ya que tocamos a los otros Pinos, he de confesarles que no tengo la certeza de que la reunión haya sido precisamente en Los Pinos pero sí de que se reunieron, así como de que quien llevó la batuta por parte de los legisladores federales fue Jorge Carvallo Delfín.

Por supuesto, el tema fueron las próximas elecciones aunque hay que destacar dos puntos que al final de la plática que sostuvo el diputado por los Tuxtlas con el Presidente:

1.- Una nueva encomienda ha de tener Jorge Carvallo Delfín en los próximos días, y para estar acorde con una de las zonas que representa el diputado federal, vamos a hacerla de brujos… ¿a la campaña de Meade? ¿a nivel nacional? ¿o nivel estatal? Si es a nivel nacional, se entiende… y si es a nivel estatal ¡también!

2.- Una pregunta que le hace Enrique Peña Nieto a Jorge Carvallo, de cuya respuesta, habrá que hacérsela directamente al legislador en cuanto pise tierra xalapeña: “¿Cómo te trata el Gobernador?”

Eso fue en pocas palabras, lo que supimos habló Jorge Carvallo con el Presidente, y el tema salió porque tocamos Los Pinos, pero no los del Altiplano, sino los de Emiliano Zapata.

Desde el 2003, vecinos de la “granja porcícola” Los Pinos, ubicada en El Lencero, iniciaron un periplo en diversas instancias en aras de que alguna escuchara sus demandas, quejas, reclamos, peticiones y ni autoridades municipales de Emiliano Zapata, de salud o de medio ambiente, hicieron eco alguna vez a ello… sólo una fue, quince años después, la que atendió su sentir: la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Contaminación a aguas, al aire, incluso, hasta los lastimeros chillidos cada mañana de los cerdos que van al matadero, pudieran ser parte de las quejas de las que autoridades citadas hicieron mutis, aunque también se pudiera “entender”, así, entre comillas, la omisión de su deber, por una simple razón: ¿quiénes son los propietarios de la “granja porcícola” Los Pinos? ¡pues parientes de Rafael La Flecha Murillo Pérez!

Si se percataron, en dos ocasiones entrecomillé “granja porcícola”, y ello porque los vecinos de tal, recuerdan que de un día para otro, esta empresa tuvo un inesperado giro: se volvió “rastro” y por consecuente, decíamos líneas arriba, concierto de chillidos a las cinco de la mañana de cada día cuando estos animalitos son llevados a su sacrificio.

Aunado a ello, hubo otro problema: la contaminación de un riachuelo cercano de desechos y una sorpresiva manifestación de zopilotes, por lo que los vecinos creen que haya exposición al aire libre de los restos de los puercos.

Por eso y mucho más, los vecinos de Los Pinos iniciaron este periplo de quejas en el ayuntamiento de Emiliano Zapata desde el 2003; igual pasaron a la secretaría de Salud para exponer sus problemas; ni se diga su exposición ante autoridades del Medio Ambiente, pero sin que alguna le diera respuesta y lo que sí encontraron fue la sospecha de influyentismo pues el dueño de esta “granja porcícola” que funciona como “rastro”, es Francisco Murillo Martínez, sobrino de Rafael La Flecha Murillo.

Si eso no fuera suficiente, a través del Instituto Nacional de Transparencia, los vecinos se toparon con que dicha empresa carecía de los permisos elementales para fungir como rastro, pues ninguna autoridad municipal, incluyendo la de Daniel Olmos, extendió la documentación que amparara su giro. No queremos pensar que hubiera mochada por permitir que esa granja trabaje de manera irregular… no lo queremos pensar, pero da de qué pensar.

Así, ante la indefensión en la que se encontraban los vecinos de Los Pinos por la inoperancia de distintos servidores públicos, recurrieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos a presentar su queja por las condiciones en que cohabitan con esta “granja porcícola”.

Entonces, apenas el 28 de febrero de 2018, la CEDH emitió la recomendación número 04/2018 al Concejo Municipal de Emiliano Zapata, al haber comprobado el daño ambiental y de salud que padecen los vecinos de Los Pinos.

En dicha recomendación se anota cómo es que los residuos de las matanzas y los desechos de las crianzas contaminan los afluentes de la zona; asimismo, se da fe del daño a la salud de los habitantes de esa zona.

Lo extraordinario de ello es que el que funge como Presidente del Concejo municipal, José Manuel Carmona Fernández, así como Natalia Guadalupe Callejas Martínez, cometieron una “omisión” al no turnar la resolución emitida por la Comisión Estatal de las Derechos Humanos al resto de los vocales como son Alberto Lara Pérez, Marta Graciela Arcos Castro, Arturo Vázquez González, Deysi Ruiz Vásquez y Zenén Jiménez Pérez. A ello agregue que no fue incluido el tema en sesión de Cabildo, lo que bien pudiera considerarse como omisión de un deber legal.

Como es seguro que de aquí al primero de julio, fecha en que han de fungir como autoridades municipales, igual no resuelvan nada, los vecinos de Los Pinos deberán seguir su periplo ante las nuevas autoridades encabezadas por Jorge Mier… en espera de que ahora sí, les resuelvan este “cochinero”

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