Por su lado, José Antonio Meade declaró de manera contundente: «Esta es una contienda que empieza o que empezó ya, y que termina el día de la elección y en la boleta. Los países en el mundo, todos, definen su elección en la soledad, en la intimidad, en el compromiso frente a la boleta. Ese día termina la elección». Por supuesto, algunas filtraciones señalaban que sí hubo negociación para llegar a un acuerdo que permitiera un frente con el propósito de que Andrés Manuel López Obrador no llegue a la presidencia.
Todo indica que las negociaciones fracasaron, ya que unos querían que Anaya declinara por Meade y otros que Meade declinara por Anaya. Pero ni lo uno ni lo otro. Lo que se espera es que se reabran las investigaciones y se filtre información sobre Ricardo Anaya y sus vínculos con el lavado de dinero; ahora el PRI tendrá que quitar a Anaya de en medio, si es que quiere rebasar a López Obrador.