En el periodismo suelen suceder las erratas, hasta los periódicos más renombrados cometen a veces algún error ortográfico o confunden incluso algún personaje con otro. Pero qué decir de un escritor que recibe el Premio Cervantes. Uno esperaría que un escritor, avezado en el arte de la gramática, en el arte de las letras, pues no debería tener estos fallos; sin embargo, los tienen.
Tal es el caso del escritor nicaragüense Sergio Ramírez quien, al recibir el Premio Cervantes, el más cotizado para escritores de lengua hispana, dedicó este galardón a el pueblo nicaragüense que está luchando por la libertad y democracia en su país. Sergio Ramírez enseñó el escrito en un papel que decía: «Permítanme dedicar este premio a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia, y a los miles de jóvenes que siguen luchando, sin más armas que sus ideales, porque #Nicaragua vuelva a ser República».
Sólo que en lugar de “porque”, lo correcto sería “por que”. Ese mismo mensaje, escrito de la misma manera, lo escribió en Twitter. Lo triste es que todos se olvidaron de su solidaridad con el pueblo de Nicaragua y se pusieron a cuestionar su gramática.
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