Brenda Caballero / Este lunes, al llegar a la oficina había mucho de qué hablar. Mientras unos platicaban de un debate sin propuestas de los candidatos a la Presidencia de México, otros hablaban de la nueva serie de Netflix que tiene a más de uno paralizado: la de Luis Miguel. El primer capítulo estaba programado para las 21:00 horas, pero ante el debate presidencial, no hubo más que posponer una hora para que la vieran los fans de El Sol. En lo particular, no me gusta Luis Miguel, así que me entretuve viendo mesas de análisis post-debate.
Había pensado en que mi columna de lunes de mujeres fuera sobre las propuestas de los presidenciables en beneficio de las mexicanas, pero simplemente no sucedió.
Únicamente la candidata independiente Margarita Zavala y el de la Alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya se pronunciaron al respecto cuando tocó el turno al tercer bloque que correspondía a los grupos vulnerables.
Aunque también el candidato del PRI-Verde-Nueva Alianza, José Antonio Meade, tocó muy sutilmente el tema de los feminicidios al referir su propuesta en un Código Penal Único para el país.
Margarita también habló del feminicidio, pero ¿Qué pasó con El Bronco y Andrés Manuel López Obrador?
El Bronco únicamente habló de Las Gordas, pero no se ofenda usted, él cuenta que así les dicen a las mujeres embarazadas en su tierra, asunto por el cual ofreció disculpas.
¿Y López Obrador? Él simplemente no habló. Nomás nadó de muertito las dos horas. ¿Para qué hablar si va arriba en las encuestas? A lo mejor piensa que con el voto de sus seguidores ya la hizo. ¡Vaya estrategia!
En lo particular me gustó ver a una mujer como candidata en el debate Presidencial, sin embargo Margarita estaba muy nerviosa, pero aún así hizo su mejor esfuerzo para pararse en un escenario donde se ha creado un estereotipo que únicamente pertenece a los varones.
Ricardo Anaya me pareció un excelente orador, preciso en sus tiempos, no por nada tiene al maestro Diego Fernández de Cevallos. José Antonio Meade se vio mejor que otras veces en su discurso, pero el que se me hizo más sincero de todos fue Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco.
De todos los análisis que hubo en los medios de comunicación, he de destacar el de Milenio TV que iba midiendo las intervenciones de los candidatos en una gráfica de puntos. Allí se veía el alza y caída de cada candidato.
Y he de destacar al periódico El Financiero que hizo un concentrado en un cuadro con cinco secciones: Ataque a otro candidato, cambio de tema, mostró gráfico, menciona corrupción y propuesta con detalles. Y lo resalto porque a veces la percepción o el momento sentimental del debate nos puede engañar. Según El Financiero, Meade fue el que más atacó; López Obrador, el que más cambió el tema; Anaya, el que más mostró gráficos; Margarita, la que más mencionó corrupción; mientras que los únicos que hicieron propuestas con detalles fueron Anaya y Meade.
Y a propósito de gráficos y datos que cada candidato presumió, ¿son falsos o verdaderos los referentes de seguridad, secuestros, etcétera? ¿Tiene López Obrador departamentos que no declaró en su 3 de 3? Según la página verificado.mx, muchos de los datos proporcionados en el debate del domingo son falsos. Entonces, como sugerencia, a usted espectador que escuchó una confrontación de cifras generando dimes y diretes en el debate, no se quede con la duda y verifique los datos. ¿En dónde más? Pues en verificado.mx.
Lástima que no se puede verificar en la misma página la vida de Luis Miguel.