Con lo que no contaba José Antonio Meade ni sus investigadores y asesores, es que López Obrador tiene en su poder el juicio donde se explica que uno de esos departamentos perteneció a su finada esposa y que por lo mismo la mitad de ese departamento quedó para sus hijos y la otra mitad para él.
Al final López Obrador cedió su parte a sus hijos hace 10 años. Andrés Manuel dice que el día de mañana entregará el juicio legal, la escritura, que es lo que en realidad cuenta y no lo que anota el registro. Ahora sólo falta saber, ¿qué hay del otro departamento? Pero conociendo a los investigadores de Meade, seguramente también la regaron.