De la persecución, denostación y golpizas por parte de los gobernadores afines al peñismo, el magisterio ha pasado a ser un filón de votos que el Gobierno Federal quiere recuperar. El único obstáculo en la campaña de Meade se llama Aurelio Nuño Mayer, un personaje que fue contemplado por su patrón como posible candidato presidencial. El rubicundo funcionario, encargado de coordinar la campaña de un priista externo, arrastra en su subconsciente la idea de que él hubiera hecho mejor papel que el actual candidato presidencial.
La ofensa del gobierno hacia el magisterio está fresca en la memoria de los maestros. Muchos cobrarán la factura este primero de julio. Y es que a cinco años de implementarse a base macanazos la llamada Reforma Educativa, se ha comprobado que los derechos laborales sí se vieron afectados. La plaza base tiene una caducidad de cuatro años, misma que tiene que ser refrendada por otro examen. El derecho escalafonario fue directamente al bote de la basura y la Carrera Magisterial despareció de un plumazo.
Por esa razón, Ricardo Anaya, a busca un acercamiento con la CNTE, el candidato del PRI promete mejor salario para el magisterio y AMLO ha hecho amarres con líderes prominentes del magisterio, incluyendo a la maestra Elba Esther Gordillo. Ya se verá el primero de julio a quién le darán el apoyo los maestros.
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