Édgar Landa Hernández / Todos y cada uno de nosotros hemos sido provistos de talentos que conforme avanzamos nuestro recorrido nos damos cuenta de la utilidad de estos, en el cual nos servirá de apoyo para poder prever las vicisitudes y sobre todo a saber administrar nuestras infelicidades a través de ellos.
A menudo solemos olvidarnos de buscar dentro de nosotros mismos esas virtudes que están encriptados en nuestro cuerpo y no es sino hasta que tenemos una adversidad que es cuando buscamos y reconocemos que somos hijos de dios y entonces resurgen las ideas y la creatividad que llevamos dentro siendo así una forma de descubrir nuestros talentos.
Trabajar bajo presión es sin duda una de las formas en las que podemos atestiguar y aprovechar nuestro talento de acuerdo a nuestro estado físico y mental, así podremos actuar con absoluta libertad convirtiéndonos en seres de luz que iluminan nuestro andar y también el de los demás.
Nuestro viaje terrenal es una experiencia única y maravillosa para agasajarnos y disfrutar al compás del amor y del humor, cuando realizamos nuestras actividades con alegría y amor nos vinculamos a ese ser lleno de energía que reside dentro de cada uno de nosotros.
No dejes de lado que si Dios te confiere el genio y el ingenio, no es para que escudriñes ser perfecto, sino para que te sitúes en el punto exacto haciendo una explosión de sentimientos en torno a tus talentos y los aproveches al máximo; recordando que es mayor la satisfacción que das que cuando recibes.
Cuando te das cuentas que has sido provisto de talentos para tu formación dejas de ponerle “peros” a tu vida y te des cuenta que estás constituido de elementos para la grandeza, para triunfar, trascender y para ser feliz.
Y tú ¿ya descubriste tus talentos?
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