Pues si la estrategia del gobierno de la República era que Jaime Rodríguez El Bronco entrara a la contienda para quitarle votos a López Obrador, al parecer no funcionó. En primer lugar, porque la llegada del Bronco a la boleta electoral fue muy cuestionada, ya que el Tribunal Electoral validó muchas anomalías y evidentes trampas que no se pudieron ocultar.
En segundo lugar, porque el Bronco sólo es un Bufón, un mero comediante que prometió iba a gobernar Nuevo León los seis años de su periodo y al llamado de las “sirenas presidenciales” se dejó seducir para buscar suerte en esta contienda.
El día de hoy, el periódico Reforma publica una encuesta donde López Obrador pasa del 42 por ciento al 48 por ciento; Anaya pasa del 32 por ciento al 26 por ciento; Meade se queda igual con su 18 por ciento; Margarita se queda igual con su cinco por ciento; y el Bronco se estrena con un tres por ciento. ¿A quién le quitó votos el Bronco? Al parecer a Ricardo Anaya, que fue él único que se fue para abajo. Por cierto, Anaya fue de los que no impugnó con severidad la llegada de Jaime Rodríguez Calderón, “el Trampas” a la contienda.
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