Salvador Muñoz / El cambio, la transición, la traición, el chaqueteo, o como guste llamarle, a la alianza de Amadeo Flores Espinosa con el candidato del PAN por la Gubernatura, estaba más que cantada después de que el hijo del Tiburón apareciera al lado del candidato Miguel Ángel Yunes Márquez en una foto bajo la siguiente leyenda: “Amistad que por años perdura”. Es decir, las señales ya estaban más que dadas y si a ello se le agrega la ausencia de Amadeo Flores en aquella reunión a la que convocó Beatriz Paredes en la zona conurbada del Puerto donde estuvieron muchos ex presidentes del PRI… menos Amadeo, ¡pues era más que claro!
A quien le haya agarrado por sorpresa, simplemente peca de ingenuo.
Muy al contrario ocurrió con Domingo Bahena Corbalá, ex diputado del PAN en la pasada Legislatura, cuando a una semana de las elecciones del 2016, envía misiva a Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, donde indignado por un rosario de acusaciones en contra del candidato Miguel Ángel Yunes Linares, decide renunciar a su partido. ¡Nadie se lo esperaba! Incluso, ¡ni el mismo Domingo Bahena se lo esperaba!
Hace unas semanas, la foto con que se toma con el candidato de Morena, Cuitláhuac García, dejó en claro las circunstancias que en aquel 2016, lo arrastraron políticamente a tomar la decisión de renunciar.
Las historias de traiciones, deslealtades, cambios, transiciones, mutaciones, o como usted quiera llamarles, ¡se cuentan por decenas! Y digo, “como quiera llamarles” porque cada personaje debe y debió tener una razón de peso… o de pesos para dar ese paso final.
Entonces, podrían saltar nombres que por el peso político y el momento en que se vive en la entidad, tendríamos que citar primero a Miguel Ángel Yunes Linares (PRI-PAN), quien hoy es Gobernador de Veracruz. O qué decir del mismo Ricardo Ahued (PRI-Morena), alcalde, diputado federal y local del PRI, y hoy candidato al Senado por otro partido. Está el caso de los García Escalante (PRI-PAN-Verde-PAN)… igual pudiéramos citar a Joserra Gutiérrez de Velasco (PAN-PRI) o al Loco Acosta Croda… la misma ex secretaria general del PRI, Regina Vázquez Saut, quien hoy despacha desde la bancada azul… o Sebastián Reyes Arellano, que es un caso excepcional: en menos de dos años, en tres partidos: Morena, PAN y Nueva Alianza.
Tranquilamente pudiéramos platicar de más ejemplos y acabar la cuartilla, pero no es el caso… lo que sí hay que destacar son las señales que en muchos se dieron antes de que se diera el cambio… malestar con las decisiones del partido, ir contra las decisiones del partido o de algún miembro del mismo, victimización y algunas otras más.
Por eso, ahora que hay quienes lapidan a Amadeo Flores con su “Viagra Veracruzana”, insisto, es por ingenuidad. Amadeo les decía desde hace rato que se iba. Ya estaban las señales dadas.
Ahora que, si de señales hablamos, pues es posible que Cinthya Lobato Calderón, la diputada plurinominal del PAN, igual esté dando las suyas… una confrontación al grado de contraposicionarse a la postura de un compañero de bancada con relación a la actuación del alcalde de Xalapa es lo último que estamos viendo… ya pasamos por las declaraciones, por los audios, las indirectas y directas contra el líder de la bancada y hasta por otros personajes del Congreso local… lo último, la defensa de la administración de Hipólito Rodríguez sobre la posición de Sergio Hernández o del mismo PAN, pareciera que es la señal inequívoca de que tarde o temprano, Cinthya Lobato Calderón ha de brincar a Morena (o a otro) porque es evidente que no está a gusto ya en su partido ni con sus integrantes… y eso, ni es bueno ni para ella y por ende, para el PAN.
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