Armando Ortiz / Cuando los judíos pretendieron hacer a Jesús su rey, este les dijo muy enfático una frase que perfila la relación que debe haber entre el cristianismo y la política: “Den a Dios las cosas de Dios y al César las cosas del César”, refiriéndose por supuesto con el término César a cualquier tipo de gobierno. Esa frase no ha le ha entrado muy bien a la iglesia católica, pues este domingo salieron con un mensaje que parece una epístola de las que escribía el apóstol Pablo. En 16 puntos, que parecen demasiados, los líderes del catolicismo en Veracruz exhortan a los veracruzanos a votar, a comportarse con civilidad, a razonar su voto, a no dejarse llevar por la compra de su sufragio, a escuchar y distinguir bien las propuestas de los candidatos y, además, en el punto número 10, en la parte final, a no permitir que se perpetúen “las mismas familias o grupos en el poder”. ¿Qué están tratando de decir los obispos en este mensaje? ¿Se están refiriendo a alguien en particular? Vale señalar que en esta contienda electoral el hijo del gobernador busca llegar a la gubernatura del estado. ¿A este caso se refieren cuando dicen: “las mismas familias o grupos en el poder”? Claro, al rato pueden salir a decir que no quisieron decir lo que dijeron.
A un año de que Duarte está en prisión, se han recuperado mil millones de pesos
Una semana antes de que Javier Duarte fuera detenido en Guatemala, en Libertad bajo Palabra anticipamos que sería detenido en Semana Santa, como por supuesto ocurrió. Días antes Karime Macías lo había visitado, después partió hacia Londres, Inglaterra donde después tuvo el descaro de pedir asilo por considerarse perseguida política. Ya se cumplió un año de que Duarte está en prisión, en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde se dice su única compañía es un oriental que afortunadamente no entiende nada de lo que dice. Se informa que desde que Duarte fue hecho preso el gobierno ha recuperado mil millones de pesos en efectivo y en propiedades. Claro, esa es sólo una mínima parte de lo que Duarte y sus cómplices se robaron, una mínima parte de lo que derrochó y saqueó. La Auditoría Superior de la Federación habla de más de 35 mil millones de pesos de los que no se conoce su destino. Recuperará el gobierno, aunque sea una cuarta parte de ese dinero; al parecer no. Es por ello que lo único que queda es esperar a que la justicia alcance a todos esos saqueadores, no sólo a Duarte, sino a todos los que participaron con él en el “robo del siglo”.
¿Y los candidatos de Morena? Nada más esperando que la ola de López Obrador los lleve como rémoras
¿Dónde andan los candidatos de Morena? Se supone que ya deberían andar en campaña, al menos los que buscan una diputación federal. Pero el caso es que no se les ve por ningún lado, sólo por ahí Rafael Hernández Villalpando anda recorriendo algunas colonias, aunque el mismo no se considera militante de Morena. De ahí adelante no se sabe de ninguno, no se sabe de nadie. ¿Por qué? Porque quien está haciendo campaña para todos ellos es Andrés Manuel López Obrador. Estos candidatos rémora sólo esperan que el pez grande los arrastre mientras ellos, como rémoras, sólo se alimentan de los desperdicios de AMLO. Estos candidatos, algunos de los cuales han mostrado su ineficacia, se irrelevancia y su torpeza, esperan que la “ola López Obrador” los lleve como surfistas a la victoria. Pero eso no va a suceder, porque si bien López Obrador va a la cabeza en las encuestas, los votantes ya están aprendiendo que se debe votar por el candidato, y no sólo por el partido.
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