El incidente fue real, pero no real de realeza, sino verídico. La reina consorte de España se interpuso entre el fotógrafo y la reina Sofía que quería sacarse una foto con sus nietas; hasta un jalón de orejas se llevó la princesa Leonor, heredera del trono de España, quien hizo a un lado la mano de su abuela, cuando fue su madre “la cigarrera” la que le dio el jalón.
Pero ahora, a una semana del incidente, la familia real de España se fue a visitar al adultero rey Juan Carlos quien se encuentra hospitalizado en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja donde le sustituyeron la prótesis que tiene en la rodilla. Por supuesto en esta ocasión todo era miel sobre hojuelas. Esta vez sí hubo fotos sin que se interpusiera Letizia Ortiz, quien incluso posó junto a su suegra con una sonrisa que no le cabía en el rostro.
Asimismo, la reina Sofía se pudo tomar fotos sola con las nietas quienes tampoco paraban de sonreír. Algunas personas que estaban presentes aplaudieron el momento de la reconciliación, aunque por supuesto el incidente les deja muy en claro que la realeza no tiene sangre azul.
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