Armando Ortiz / Apenas el día de ayer en Libertad bajo Palabra señalamos que lo sucedido en el penal de La Toma en Amatlán sólo tiene una explicación, la colusión de las autoridades del penal con los presos. Es por ello que exhortábamos al gobierno de Yunes Linares a “poner orden en la autoridad que permite ese desorden”. Pues eso es precisamente lo que se hizo. Hasta el momento las investigaciones han arrojado que personal del penal de La Toma advirtió a los reclusos del operativo de traslado de cuatro reos peligrosos. Fue por ello que los reos ya esperaban a los policías que iban a operar el traslado. Los tomaron por asalto, los encerraron en una celda y encendieron colchonetas; los policías murieron asfixiados. Si detuvieron a Valentín Hernández, director del penal y al subdirector Daniel Alejandro Moreno Trejo, así como al jefe de custodios es porque existen pruebas de que ellos tuvieron que ver con la filtración. Quien, o quienes filtraron la información cometieron una falta que tuvo consecuencia un crimen grave, la muerte de seis policías. Ya había antecedentes de protestas en contra de Valentín Hernández, exfuncionario duartista por cierto. En febrero de 2018 familiares de los reos protestaron para acusar cobro de piso y violencia física y psicológica, pero esa vez no se movió al director, quien ya tenía su negro historial.
Si busca usted el enlace de la DGPRS Veracruz, el resultado es una nota donde aparece Bermúdez Zurita como secretario de la SSP
La detención del director del penal de La Toma en Amatlán y de otros miembros del personal no es suficiente para decir que el problema está resuelto. Algo está pasando en la Dirección General de Prevención y Reinserción Social del estado de Veracruz (DGPRS). Esta dirección depende de la Secretaría de Seguridad Pública, sin embargo, cuando uno busca la página web de la DGPRS, el enlace que aparece en la página de la SSP nos lleva a una nota de 2016: “Fortalece DGPRS sistema penitenciario en Veracruz”. En esta nota aparece Arturo Bermúdez Zurita, preso en el penal de Pacho Viejo, en su papel de secretario de Seguridad Pública, visitando el penal que lo tiene asilado. Se nos informa además que hasta la fecha no hay un subdirector de Reinserción Social, y los directores de los penales son impuestos por el secretario Téllez Maire, quien como ya vimos con Valentín Hernández, poco le importan los oscuros antecedentes de estos, o la prepotencia de otros. Para poner orden en los centros penitenciarios de Veracruz primero se le debe prestar la atención que merece esta dirección. El hecho de que no se haya nombrado subdirector de Reinserción Social nos habla de la visión que se tiene de los CERESOS en Veracruz; para ellos la prisión es punitiva, para nada se busca la readaptación, la reinserción del individuo a la sociedad.
AMLO siente que ya tiene la presidencia en la bolsa; “Me van a tener que entregar, aún con los dientes apretados, la banda presidencial”
20 puntos arriba de su más cercano contrincante le dan las suficientes ínfulas a Andrés Manuel López Obrador como para profetizar que con los dientes apretados, pero le van a tener que poner la banda presidencial. ¿Lo imagina usted? Un Enrique Peña Nieto obligado por la Constitución a entregar la banda a un sujeto que ha combatido su gobierno y que por lo mismo ha sido combatido por el gobierno. Ese día, en caso de que suceda, será verdaderamente histórico, y las probabilidades de que suceda son muchas. Así que Vicente Fox, Felipe Calderón, el mismo Peña Nieto, deberían ponerse a temblar. Deberían ir buscando asilo en algún país que no tenga convenios de extradición con México. Y es que muchos mexicanos, sólo por ver como le tapan la boca al hocicón de Fox, sólo por eso votarían por López Obrador. Aunque cuidado, Habría que decirle a AMLO que se cuide de esas frases, porque ya sabe lo que dice el dicho: “Del plato a la boca, a veces se cae la sopa”.
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