El que sigue lanzando albricias es el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien sigue muy por encima de sus contrincantes, tanto así que en algunos spots ha hecho a un lado su campaña presidencial para pedir el voto por los senadores y diputados, pues además de la presidencia, que siente en la bolsa, AMLO quiere la mayoría en las dos Cámaras. Lo primero, la presidencia, va a estar muy difícil quitársela.
Pero las diputaciones y las senadurías van a estar más complicadas, sobre todo por los sujetos que, con sus antecedentes, su incapacidad y su escaso carisma difícilmente van impactar en los electores. Todos ellos esperan que el “efecto AMLO” los lleve a la victoria; ese efecto que puede hacer que una vaca, víbora o tepocata llegue a ser representante popular en cualquier cámara.