Algo que nos queda muy claro es que después de la “golpiza” mediática recibida, Ricardo Anaya quedó para el arrastre; ya ni él se cree eso de que va a arriba en las encuestas o de que puede remontar la ventaja que tiene Andrés Manuel López Obrador. Ricardo Anaya ha tenido tiempo para replantear su campaña, para crear estrategias que lo presenten como un candidato viable, como lo fuera en un principio.
Al parecer ya entendió la lección, y suponemos evitará confrontarse con los medios de comunicación, sobre todo con esos que gozan de amplia cobertura. Ricardo Anaya también se dio cuenta que su popularidad bajó considerablemente al verse relacionado con temas de lavado de dinero; involucramiento que, por cierto, no ha logrado explicar. Es por ello que, al parecer, Anaya ha decidido, como estrategia, hacerse acompañar de alguien más popular que él, y ese es el niño Yuawi, el del spot del Movimiento Naranja.
Ya en el arranque de campaña de Alejandra Barrales, candidata del Frente al gobierno de la CDMX cantaron juntos. Esperemos que esta vez sí le paguen al chamaco. Sólo falta que se estén colgando de su gracia y ya pasadas las elecciones se olviden de él.
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