¡Arrrancannnnn! La desenfrenada carrera por alcanzar la máxima presea presidencial y llegar a gobernar a los millones de mexicanos, formalmente dio principio este viernes. Al candidato tricolor le urge posicionarse en el humor del electorado, el tufo presidencial, en lugar de impulsarlo, se ha convertido en un verdadero lastre para él. Los casos de corrupción gubernamental de miembros de su gabinete, como el Rosario Robles, incluida también la esposa del presidente Peña y las fallidas reformas, son un verdadero obstáculo para Meade Kuribreña. Su campaña va cuesta arriba.
Para Ricardo Anaya, las cosas tampoco pintan mejor, después de ser el sparring favorito de la PGR y del Gobierno Federal, le toca darse cuenta en el recuento de los daños que su reputación de chico intachable se quedó atorada en el bote de la basura.
Para la esposa de expresidente Calderón, Margarita Zavala, cubierta con un falso velo de independencia ciudadana, la presidencia es un sueño inalcanzable. La cuestionada candidata independiente no cuenta con ninguna posibilidad de victoria, tan sólo se conformará saber que le robará votos a su antiguo correligionario blanquiazul.
El que aparentemente va en caballo de hacienda es el morenista Andrés Manuel López Obrador, si otra cosa no pasa, y su lengua se queda atada como lo ha hecho hasta ahora, parece que nada lo parará en sus aspiraciones. Por el momento, váyase acostumbrando a ver sus rostros en promociónales, en los medios y en las calles, todo sea por la democracia.
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