La Biblia, en su versión Valera Actualizada, dice en el libro de Proverbios 13: 12: «La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón, más árbol de vida es el deseo cumplido». Para Karime Macías, la esposa del malogrado Javier Duarte, la incertidumbre sobre su situación jurídica es una loza muy pesada que tiene que cargar. Resulta que desde hace dos semanas, dos jueces federales, uno de la Ciudad de México y otro de Veracruz, no han querido tomar el amparo interpuesto por Karime Macías, esposa del exgobernador de Veracruz, por lo que el caso deberá ser resuelto por un tribunal colegiado.
Este tiempo que cae como gotas de mercurio seguramente trae a la exprimera dama de Veracruz en verdadero manojo de nervios. Karime Macías, la que se merece abundancia según ella, desde el pasado primero de marzo solicitó un amparo contra las investigaciones en su contra, por su presunta participación en actividades ilícitas que le son atribuidas a su esposo mientras estaba al frente del gobierno de Veracruz.
La casi europea interpuso el recurso legal contra la supuesta omisión de la Fiscalía de Veracruz de no responderle una petición para tener acceso a la carpeta de investigación en su contra. Por cierto, la Fiscalía General del Estado de Veracruz, que dirige Jorge Winckler, señaló que si Macías quiere informarse, pues que venga directamente a preguntar. Aunque lo más seguro es que espere, no vaya a ser la de malas que la pepenen cuando venga a hacerla de preguntona.
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