El mundo del juego online, contra el crimen

Si hay un negocio a prueba de ciberataques en todo internet, ese es el mercado de las salas de juegos en línea. Siempre están a la vanguardia de lo que la seguridad puede ofrecer tanto a nivel empresarial como de usuario, por lo que los jugadores pueden respirar tranquilos sabiendo que nadie robará sus datos bancarios FOTO: WEB

Los juegos de casino tipo ruleta, blackjack o el poker, siempre han estado envueltos en un halo de ilegalidad, o al menos esa es la visión general que se ha tenido de ellos. Hasta hace muy poco, proliferaban las salas clandestinas y las partidas privadas. Y es que, si tenemos en cuenta que los premios conseguidos de este modo no había que declararlos ni pagar impuestos por ellos, se trataba de una lucrativa manera de ganarse la vida.

Con la aparición de internet, todo cambió, y si bien en un principio existía el mismo temor, poco a poco la ley fue inventando modos para conseguir que nos sintiésemos seguros. País a país, todos han ido adoptando regulaciones que han hecho que aquellos casinos que no tenían todo en orden fuesen desapareciendo, hasta el punto en que ahora sólo quedan los casinos de este tipo en los que el logo de “juego seguro” reza a pie de página.

Es cierto que tambien los casinos físicos legales eran foco de ataques, intentos de robo y tramposos intentando ganar con prácticas no muy ortodoxas como el conteo de cartas o fichas falsas. Pero si hay un negocio a prueba de ciberataques en todo internet, ese es el mercado de las salas de juegos en línea. Siempre están a la vanguardia de lo que la seguridad puede ofrecer tanto a nivel empresarial como de usuario, por lo que los jugadores pueden respirar tranquilos sabiendo que nadie robará sus datos bancarios.

En el caso de los casinos online, se toman la privacidad muy en serio para que los jugadores con malas intenciones no puedan acceder a los datos estadísticos de otros jugadores para usarlo como ventaja en una partida contra ellos. De hecho, existen listas negras en las que cualquier sala de juegos puede consultar qué jugadores han dado problemas o han reflejado actitudes sospechosas. A la hora de jugar, un entorno seguro y afable es primordial para que el usuario se vuelva fiel.

De todos modos, las reglas del juego han cambiado, y ahora el foco de los ciberdelincuentes suelen ser directamente las identidades en distintas redes sociales, o por ejemplo el Apple ID. ¿Por qué? Muy sencillo: cada vez alojamos más información en la nube y menos en discos físicos o pendrives. La comodidad de poder acceder desde cualquier dispositivo a nuestras cosas y no tener que realizar constantemente copias de seguridad son muy atractivas, pero a cambio perdemos el control real sobre lo nuestro. Sin que deje de ser nuestro, está más a mano para los expertos en la materia, y pueden conseguir documentación que les abra las puertas a nuestro dinero, siempre el objetivo final.

Hemos visto que es bastante complicado acceder a los datos bancarios de los usuarios de un casino en línea, y también que un jugador sospechoso lo tendrá complicado para acceder, pero ¿qué pasa si a pesar de todo alguien decide intentar hacer trampas? Sencillamente, no le merecerá la pena. La aleatoriedad en el barajeo para los juegos de cartas vuelve inútil el conteo, y también los juegos de ruleta dejan atrás los posibles defectos mecánicos que pudieran facilitar el cálculo de probabilidades. El poker online también deja de regirse por los faroles o las presiones emocionales, convirtiéndose en una experiencia en la que la estrategia gana protagonismo y el juego es mucho más limpio. No hay duda de que este es uno de los sectores a los que mejor le ha sentado el salto a internet. El lavado de cara ha popularizado su uso porque la gente, sencillamente, ha dejado el miedo atrás.

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