A cinco años de que se echó a andar la Reforma Energética, los mexicanos no ven los benéficos. Cada vez que los mexicanos nos acercamos a llenar el tanque de gasolina de 40 litros, tenemos que desembolsar 720 pesos, cuando antes solo costaba 430 pesos, pero si usted piensa que es el único que se ve afectado por esta dichosa reforma, está usted equivocado, el golpe más mortífero lo reciben las amas de casa, ya que el precio del gas LP, de 11. 12 paso a 19.18 pesos el kilo.
Esto significa que los precios de los combustibles han aumentado y empobrecido más a los mexicanos. Estos vitales combustibles han subido casi el doble en relación a lo que se pagaba al comienzo del sexenio de Enrique Peña Nieto. Por eso es que no se comprende a los políticos, que llenan de alabanzas a una reforma que sólo ha traído riqueza para los barones y socios de las grandes petroleras.
Por eso es necesario que el nuevo presidente tome en consideración que no se puede sostener una reforma lesiva, que sólo ha traído más pobreza y miseria, debe entender que el pueblo ya no aguanta más.
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