Ninguno de los aspirantes se salva, ni Margarita Zavala ni Jaime Rodríguez el Bronco ni Armando Ríos Píter. El Bronco entregó 388 mil firmas falsas, mientras que Ríos Píter 900 mil firmas falsas y Margarita Zavala entregó 219 firmas falsas. Todos quisieron hacer trampa, todos quisieron ser candidatos al «haiga sido como haiga sido». ¿Se imagina usted la clase de presidente de la República que surgiría de estos engendros? En serio, ¿así querían ser presidentes de este país? ¿Buscando una candidatura a base de trampas? ¿Querían ser legítimos con firmas ilegítimas?
Los mexicanos estamos hartos de las trampas de los candidatos de partidos políticos oficiales. Las candidaturas independientes habrían de darle un cierto frescor a la democracia decadente de México. Pero queda demostrado que no sólo son los partidos los que corrompen, también los sujetos traen su propia corrupción.