Vale señalar que Baizabal lleva la camisa que utilizó durante la campaña, y que reconoció que anda visitando a la gente un día antes de la elección extraordinaria en Emiliano Zapata, a pesar de ya no ser tiempo de campaña, pues tiene derecho de hacerlo como cualquier ciudadano. A Daniel Baizabal se le olvida que en el momento en que un partido o varios partidos lo postulan a un puesto de elección popular, él deja de ser un “ciudadano” común y se convierte en un sujeto elegible que debe respetar la ley electoral.
Esta es una prueba más de cómo el candidato del PAN-PRD siempre se ha pasado la ley electoral por “el arco del triunfo”, sabiendo que al rato puede irle a llorar a un tribunal electoral corrupto para que le cumplan sus caprichos.