A principios del siglo XVII la mujer tenía muy poco territorio por donde caminar y mucho tramo por recorrer para conseguir que se le respetasen sus derechos. En esos años, 1605, se publica el primer libro del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. En los capítulos 12 al 14 de este libro se relata en principio la historia de un hombre que se quita la vida por una mujer a la que llaman basilisco, es decir una serpiente mítica que poseía un veneno mortal.
Esa mujer es la pastora Marcela, famosa en hermosura y prudencia. Don Quijote se entera de que esta mujer es la causante de la muerte de Grisóstomo. Después de leer los poemas de amor del difunto, dedicados a la razón de su muerte, aparece como una visión, encima de una gran peña, la pastora Marcela, quien es más hermosa de lo que don Quijote esperaba. Marcela, dechado de prudencia, se dirige a todos los que asistieron al entierro de Grisóstomo y da un discurso tan avanzado que cuatro siglos después todavía tiene vigencia.
Es uno de los primeros discursos feministas de todos los tiempos, es la voz de una mujer que sale de en medio de la Contrarreforma católica; es la voz de una que se convierte en la voz de todas. Este jueves en la Quinta de las Rosas, en el taller Libertad bajo Palabra, se dará lectura a este pasaje y a este discurso en homenaje a todas las mujeres en su día. La cita es este jueves de 4 a 6 de la tarde en la Casa Grande de la Quinta de las Rosas.
Comentarios