La Revista ponía música que pocos programas de radio se atrevían a trasmitir; ya a finales de los 90s, cuando Nicho Hinojosa hizo famosa Ojalá de Silvio Rodríguez y Mijares interpretaba Alfonsina y el mar, ya de repente todos se sentían alternativos. Pero La Revista, en ese sentido, fue pionera, como pionera fue por sus comentarios de literatura, por las versiones radiofónicas de El beso de la mujer araña de Manuel Puig o El perfume de Patrick Suskind, así como las lecturas de Ignacio Solares y su Delirium tremens o Hasta no verte Jesús mío de Elenita Poniatowska.
30 años de La Revista con Carlos Romano es un lujo para una universidad a la que le ha pasado de todo; una universidad que desconoce sus prioridades; una universidad que ha enriquecido rectores, rectoras, administradores, administradoras, pero que ha empobrecido su infraestructura. Son 30 años de La Revista y seguimos peleándonos con el mismo conmutador; el internet apenas les llegó por cable, cuando lo de ahora ya es la fibra óptica».