»En esa ocasión acudí con mi amigo Jaime Renán para promocionar un número de la revista Cultura de Veracruz que todavía edita Raúl Hernández Viveros. Nuestra participación le debió parecer a Carlos buena pues de inmediato nos comprometió a acudir una vez a la semana; “por nosotros encantados”, le dijimos, y desde ese día inicié ininterrumpidamente mi participación en La Revista.
»Hoy, 22 años después, debo ser el colaborador más longevo de este programa. Me extraña, porque si algo he sido para cualquier régimen universitario, es un ente incómodo que todo lo cuestiona. Pero mi sobrevivencia se puede deber a dos cosas. Primero, la apertura de las autoridades universitarias que nunca me censuraron, y segundo, que las cosas que siempre dije estaban sustentadas en mi propia verdad, en esa verdad íntima surgida de la honestidad.
»22 años después de mi primera participación y después de cuatro rectores aquí sigo, en La Revista, con los radioescuchas más avezados de la radio en Veracruz. Y no pienso irme por voluntad propia, voy a esperar hasta que me corran».