De verdad que hay gente que se gana el adjetivo estúpido con creces. Resulta que, en el municipio de Otumba, en el Estado de México. Una bebé con aproximadamente nueve meses de vida fue trasladada al Hospital Infantil de Peralvillo, en condiciones que ponían en riesgo su vida. Su presión era alta, sus pupilas estaban dilatadas y presentaba constantes convulsiones.
De acuerdo con los reportes de los peritos investigadores, la bebé se encontraba bajo los cuidados de su padre biológico, sin embargo, en un descuido se llevó a la boca una grapa de cocaína que se hallaba sobre la cama. El padre en su pachequez, ni siquiera se percató de lo ocurrido. Para cuando la madre arribó hasta el lugar, la bebé se convulsionaba, por lo que tras realizarle una inspección en la que detectó que tenía algo en la boca, la llevó hasta Protección Civil del municipio para que recibiera atención médica.
Nerviosos los padres señalaron que la menor consumió un polvo, sin especificar de qué tipo de sustancia se trataba. Fue hasta que el médico del Hospital de Otumba les exigió que indicaran que consumió la niña que declararon se trataba de cocaína.
La bebé se encuentra en el Hospital Infantil de Peralvillo, donde se reporta como grave. Desgraciadamente, se estima podría quedar con secuelas debido al consumo de la sustancia. Por lo pronto, el padre ya está de pelada.
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