Alguien puede robar en un supermercado o en un banco, y es una conducta reprobable, pero ahora imaginase robarle a un niño, o a una ama de casa que hace milagros para que le alcance el dinero para comprar lo mínimo para comer. Con todo respeto para nuestros lectores, pero eso se llama tener poca madre. Pues eso fue precisamente lo que hicieron varios funcionarios en la Secretaría de Educación de Veracruz.
Por esa razón, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ordenó a la Contraloría General del Estado investigar e iniciar procesos administrativos en contra de los funcionarios de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) que aplicaron irregularmente el programa Escuelas de Tiempo Completo y el Programa Alimentación en los planteles con población en situación de pobreza.
Este desvío representa un quebranto financiero de 43.6 millones de pesos, sin tomar en cuenta los desvíos que se hicieron mediante contratos fantasmas cuando estuvieron los nefastos Édgar Spinoso y Vicente Benítez como encargados de la Oficialía Mayor. Ahora entiende por qué Adolfo Mota ni pío dice, el flamante diputado federal prefiere andar a medio gas para no hacer olas.
Ahora entiende por qué Xóchitl Adela Osorio Martínez buscó desesperadamente un amparo contra toda orden de aprehensión que pueda girar la Fiscalía General del Estado. Pues ojalá y estas tropelías no queden impunes y que la pague el que la deba.
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