Si usted cree que el Partido Revolucionario Institucional va a doblar las manitas y se va a someter a su destino, pues qué equivocado está. El PRI, como lo tenga usted considerado, sea o no militante, sea antipriista o propriista, es un partido que no se va a dejar arrebatar el poder sin dar la pelea. No estamos en los tiempos de Ernesto Zedillo, el gran traidor de este partido, quien por presiones de los mismos empresarios y presiones extranjeras cedió el poder al imbécil de Fox.
Es por ello que no sorprende que en este periodo de silencio el Partido Revolucionario Institucional entregue toda su artillería al servicio de José Antonio Meade. Ahí va Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, los hermanos Moreira y otros operadores que han mostrado su eficacia.
De modo que si usted es de los ilusos que creen que José Antonio Meade ya está en la lona, mejor no lo diga
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