Pero si ella cree que sólo en su horario de trabajo se debe conducir como una mujer, entonces «comamos y bebamos porque mañana hemos de morir». Como dijimos, no extraña que la directora del Instituto Municipal de la Mujer no entienda el punto, pues la señora a ojos vistas se advierte es una improvisada; es alguien que llega ahí no por su trabajo como activista en favor de las mujeres, sino como activista en favor de su partido, Morena.
Mora Zamudio no se arrepiente ni piensa disculparse y su alcalde, el mitómano Víctor Carranza, no la va a despedir porque los dos parten del mismo origen, la incongruencia.