Ahora tenemos que aguantar a un Vicente Fox, que además de mantenerlo como presidente jubilado, también tenemos que soportar sus insultos y su retahíla de imbecilidades. «Hey perrada twitera de lopitos. probemos si pueden responder sus tonterías mas rápido. Tienen 30 segunos, un, dos, tres arrancan… a ver quie dice mas groserias», anotó en un mensaje de Twitter.
Luego volvió con su misma tara a escribir: «Mis tweets de ayer por la tarde no sólo fueron ´mentadas de madre´, fueron un experiemento social digital y compruebo lo siguiente». Ese es Fox, un viejo adolescente que se valió de la ingenuidad de un país para inventar un cambio, para inventarse él mismo como un salvador; al final todo resultó ser un gatopardismo, simular un cambio para que las cosas siguieran igual, o peor.