Según el secretario de Gobernación, el seguimiento a Ricardo Anaya no sólo era evidente, sino que se hizo en autos oficiales y de ello estaba enterado Franco Castán, el secretario de Gobierno de Veracruz, quien ya se había puesto de acuerdo con el delgado del CISEN.
Si Ricardo Anaya no estaba al tanto de ello, es un problema de falta de comunicación. Pero si Ricardo Anaya estaba al tanto, entonces lo que quiso fue montar un espectáculo que se hiciera noticia nacional para en su último día de campaña, seguir en las primeras planas de los noticieros.