Ni se le ocurra ponerse prepotente, ni se ocurra decir que tiene influencias, ni presuma que usted se habla de tú con el gobernador o con cualquier otro funcionario de alto rango. Va a quedar mal usted y va a hacer quedar mal al supuesto funcionario. Si se resiste, lo van a grabar a usted y lo van a subir a las redes sociales. Ahí se pondrá en evidencia lo imbécil que resulta resistirse cuando la autoridad tiene razones para detenerle o detener su auto.
Mejor tomar un taxi e irse a casa tranquilo, tranquila, ya al día siguiente arregle sobrio el asunto. Esto o decimos por la supuesta jefa de Recursos Materiales de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), quien se resistía a que se llevaran su unidad, que porque tenía sus influencias.