En el tema de las leches caducadas no se trata de creerle al gobernador o creerle al alcalde de Minatitlán, se trata de que cualquiera de los dos demuestre que está diciendo la verdad. Y sobre esto último el que hasta el momento ha demostrado que dice la verdad es el gobernador, quien en presencia del alcalde Nicolás Reyes y ante notario público dio cuenta de que no había leches caducadas.
Se revisaron mil 500 despensas y no se encontró producto caduco. ¿Existe alguna declaración del alcalde al respecto?; ¿es tan honesto el alcalde como para reconocer que lo informaron mal? Guarda silencio, como guardó silencio Víctor Carranza sobre el supuesto secuestro de director de Ingresos. ¿Qué se pretende con hacer ese tipo de acusaciones sin sustento?
Eso ya lo sabemos, pero al menos, cuando vayan a hacer una acusación de ese tipo, asegúrense que no se les pueda comprobar la mentira, para que no queden como idiotas y mentirosos; todo ello les hace perder la confianza de la ciudadanía. Por supuesto no pierden la confianza de sus adeptos, pues pejezombies como son, no les importa la mentira comprobada, sólo buscan denostar, denostar, denostar.
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