Es por ello que Jesús es reconocido como la luz del mundo, es decir la “candela” que alumbra el mundo. La tradición católica celebra por esta razón a la virgen María de la Candelaria. Esta celebración coincide en el mundo prehispánico con la ofrenda de maíz que los indígenas ofrecían a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl.
Estas dos tradiciones, tanto católica como prehispánica, se sincretizaron de tal modo que el Día de la Candelaria se ofrece el producto del maíz a el niño Dios, en este caso el producto son los tamales y el atole de masa. El día dos de febrero es el Día de la Candelaria, el día que, aquellos a los que les salió el muñeco en la Rosca de Reyes, deben ofrecer tamales. ¿Ya los está usted preparando?