Si el general Lázaro Cárdenas viviera y se enterara de lo que ha hecho el Gobierno Federal con el oro negro del país, tenga la certeza que se volvería a morir. Y es que la Reforma Energética está a todo lo que da. Y no es para menos, ahora los mexicanos nos enteramos que gran parte del petróleo quedará en manos de la empresa de hidrocarburos anglo-holandesa Shell. De 19 contratos que licitó el Gobierno Federal, esta empresa se lleva nueve, abarcando un área de casi 19 mil kilómetros cuadrados, algo así como 12 veces del tamaño de Londres o 13 veces la Ciudad de México. Ellos serán los mandones en la exploración y extracción de los hidrocarburos.
Sin embargo, esta empresa no es una perita en dulce, se sabe que en 2004, Shell exageró sus reservas de petróleo, lo que resultó en la pérdida de confianza en el grupo, así como una multa de 17 millones por la Autoridad de Servicios Financieros y la salida del presidente Philip Watts. Además, en Argentina, esta empresa fue culpable del mayor derrame de petróleo en Magdalena, cuando uno de sus barcos derramó petróleo en el Río de la Plata, el cual luego impactó en la costa y contaminó las napas de agua dulce, la flora y la fauna.
Esta empresa ha tenido que ver con actos de corrupción en Brasil, Costa Rica y en Europa. Cómo ve usted, y este es el socio principal del Gobierno Federal. Ni hablar, estábamos mal y parió la abuela.
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