Para la comunidad estudiantil y para la comunidad de la UNAM es indignante el trato que los policías dieron a Marco Antonio, quien fue detenido sin razón y golpeado por los policías. Cabe mencionar que uno de esos policías, Ubel Mora Gallardo, por razones que sólo él sabe, huyó a esconderse a Pochotillo, municipio de Tecoanapa, a 120 kilómetros al noreste de Acapulco; de allá lo fue sacar la policía para que se presentara a declarar.
Los otros tres policías ya declararon sobre el caso. Pero falta la declaración más importante, la de Marco Antonio, pero ésta tendrá que esperar un poco más, porque algo le hicieron al joven que sigue sin conectarse con la realidad.