Continúa el misterio sobre el caso de Marco Antonio Sánchez Flores y sus cinco días desaparecido. El joven, aunque los doctores dicen que va mejorando, sigue inconexo con la realidad. Su madre está preocupada, a ratos es cariñoso y se comporta como su hijo, pero después «tiene la actitud del demonio». La indignación sobre lo sucedido a Marco Antonio no ha bajado, a pesar de que el joven se encuentra en el hospital y con sus padres.
Para la comunidad estudiantil y para la comunidad de la UNAM es indignante el trato que los policías dieron a Marco Antonio, quien fue detenido sin razón y golpeado por los policías. Cabe mencionar que uno de esos policías, Ubel Mora Gallardo, por razones que sólo él sabe, huyó a esconderse a Pochotillo, municipio de Tecoanapa, a 120 kilómetros al noreste de Acapulco; de allá lo fue sacar la policía para que se presentara a declarar.
Los otros tres policías ya declararon sobre el caso. Pero falta la declaración más importante, la de Marco Antonio, pero ésta tendrá que esperar un poco más, porque algo le hicieron al joven que sigue sin conectarse con la realidad.
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