Más bien nos referimos a la corresponsabilidad que tuvo Callejas Arroyo en la Legislatura pasada, en la que avaló todas las locuras de Javier Duarte de Ochoa; esa herencia es la que le va a pesar. Juan Nicolás tiene una encomienda principal, una secundaria y por último puede pensar en su senaduría. Primero debe apuntalar a su candidato presidencial, José Antonio Meade, esa es su primera encomienda; segundo debe conseguir votos para su candidato a la gubernatura, Pepe Yunes, y por último puede pensar en ser senador.
Pero si lleva a cabo bien la primera y la segunda encomienda, a pesar de no obtener la mayor votación en las elecciones a senador, tiene otras dos oportunidades. La señora Pinete, si es que va en la fórmula, ella no tiene ninguna oportunidad. Por cierto, ¿qué pasó con la Chirinos y todos los que la apoyaban? ¿A poco sólo fue llamarada de petate?