Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador habló sobre la posibilidad de analizar una amnistía a los narcotraficantes y de inmediato ardió Troya. Los merolicos pagados por el gobierno de inmediato se le fueron a la yugular. No repararon en que el tabasqueño sólo hablaba sobre la posibilidad de “analizar”; esos merolicos dijeron que AMLO quería perdonar hasta al Chapo y de paso a la “Mataviejitas”.
¿Se imagina usted que hubiera sido López Obrador y no Enrique de la Madrid quien propusiera la legalización de la mariguana en México? Otra vez, ardería Troya. ¡He ahí la hipocresía!