Desde luego que de las tres mujeres a las que nos referimos son la delegada de Sedesol, Anilú Íngram, la también delegada pero del ISSSTE, Elizabeth Morales, y Sonia Sánchez, quien fuera presidenta del DIF cuando estuvo de gobernador su exesposo, Patricio Chirinos Calero. Las tres tienen posibilidades de ser candidatas, de ganar, quién sabe, esa es otra historia. La delegada de Sedesol quiere y ya se ve como senadora. Mientras estuvo como secretario de Gobernación su padrino Osorio Chong, las posibilidades de que Íngram llegara al Senado eran altas. Hoy fuera de la poderosísima Segob su padrino, sus posibilidades son pocas.
En el caso de Elizabeth Morales, su experiencia y los golpes que le ha dado la política la han hecho ver más mesurada y madura; su paso por la Profeco fue nítido y sin reparos, su trabajo en la delegación del ISSSTE lo conduce mediante el diálogo respetuoso. Sin embargo, el fuego amigo podría descarrilar sus deseos. Por último, Sonia Sánchez se vio acompañada de Héctor Yunes en su regreso al estado de Veracruz, es conocida por los viejos priistas de cepa, su trabajo cuando su esposo fue el gobernador, fue meramente aceptable. Hay razones para creer que el dedo del centro pudiera señalarla. Lo cierto es que en pocos días la incertidumbre se despejará del panorama de estas respetables damas.