La verdad es que no le está conviniendo mucho a Cuitláhuac García que Andrés Manuel López Obrador lo acompañe en campaña. Y es que el candidato presidencial es una figura enorme comparado con el pequeño Cuitláhuac. Cuando se sube AMLO al templete, todo mundo se olvida del “Cuícaras”.
En las notas informativas todo mundo habla del pleito entre Yunes Linares y López Obrador, pero nadie se acuerda de Cui; AMLO es noticia de ocho columnas, pero su discípulo no aparece ni en las esquinas de “Oportunidades”. En los mítines de campaña, después de que discursa AMLO, después de que se escucha la voz del líder, del caudillo, del mesías, nadie presta atención en el discurso chisguete que enuncia el candidato a la gubernatura por Morena. ¿Puede usted enumerar dos o tres propuestas de Cuitláhuac que no sean esa ocurrencia de fundar cinco universidades en Veracruz?
Lo mejor será que AMLO deje caminar sólo a su muchacho, a ver si solito puede; de todos modos, si no gana nadie pierde, pues Cuitláhuac ya aseguró una plurinominal en la cámara de diputados; hace falta para que sostenga sus cartelitos de protesta mientras los tribunos de Morena lanzan arengas.
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