Maryjose Gamboa / Malas noticias para los que le siguen apostando a la mala memoria de las y los ciudadanos, al menos en Veracruz… Podríamos, y sin mucho esfuerzo, hacer una vez más el recuento de millones de vidas destrozadas en seis años por “el priista perfecto”, pero creo que basta con decir que el libro escrito por Arturo Ángel, reportero de Animalpolitico.com, “Javier Duarte; el priista perfecto”, se agotó por segunda ocasión en tan sólo UN DÍA, según me comentaban en Sanborns la tarde de ayer, y me confirmaba el propio autor del libro.
Y es que por más lógica que resulte la estrategia de priistas y “opositores” aliados, de tratar de deslindarse por completo de la gente a la que incluso hasta días antes que les fueran giradas órdenes de aprehensión, se referían a ellos como sus “jefes políticos”, simple y llanamente no hay forma… ¿O quién caramba creen ellos que pueda “olvidar” lo que Fidel Herrera, Javier Duarte y su séquito más cercano hicieron y deshicieron en el estado? Nadie hombre, los únicos a los que les urge que llegue el “olvido” es justamente a los que se beneficiaron de ellos y/o a los que optaron por la cobardía del silencio.
El prólogo del libro, escrito por Daniel Moreno, Director del portal informativo independiente Animalpolítico.com, resume muy bien a esta estirpe marcada por la complicidad y la traición:
“Javier Duarte encarna la definición de «político corrupto»: saqueó las arcas públicas, robó miles de millones de pesos, creó una red para ocultar sus delitos, alimentó los compadrazgos, despreció la ley y ultrajó al pueblo que gobernaba. Pero el veracruzano no es un caso aislado… El exgobernador pudo perpetrar sus transas gracias a que fue protegido por sus compañeros priistas: su «logro» fue llevar a un nivel delirante los usos y costumbres de sus correligionarios”.
Y desde luego que tiene toda la razón… Por más que insistan en culpar al hoy Gobernador de los problemas de inseguridad que enfrenta el estado, y que por supuesto no son menores, ni pueden ni podrán hacerlo porque NADIE en su sano juicio confunde la responsabilidad con la culpa…
Si bien es cierto que es RESPONSABILIDAD del actual gobierno capturar a las células criminales que operan en el estado y devolverle la tranquilidad y la seguridad que desde hace DOCE AÑOS le fue arrebatada al pueblo veracruzano, TAMBIÉN LO ES que la CULPA de que cada uno de esos grupos delincuenciales LLEGARAN y se INSTALARAN en Veracruz como en “su casa”, fue, es, y seguirá siendo de quienes les dieron las llaves y el control de las instituciones, y ambos tienen nombre y apellido; Fidel Herrera, Javier Duarte y el RESTO de los que hoy los niegan aun cuando ambos los hicieron inmensamente ricos, o inmensamente impunes.
Si no comprenden el mensaje clarísimo que implica el hecho que “el priista perfecto” se haya agotado en dos ocasiones, en un solo día, y en toda la entidad, aun cuando lamentablemente en nuestro país y en nuestro estado la lectura no es un hábito común, entonces están más perdidos que los “priistas perfectos” que des gobernaron, porque al menos estos aunque sea por temor a un destino más difícil del que ya vislumbran, no han declarado en contra de los que hoy los niegan aun cuando son tan responsables como ellos de la barbarie económica y social que aquí se vivió.
Y este dato, les guste o no, ha quedado registrado para siempre en la memoria colectiva no solo de todos aquellos que han comprado el libro escrito por el reportero clave en la caída de Javier Duarte, Arturo Ángel, y del resto que están en lista de espera para adquirir uno en cuanto llegue, sino también y de manera imborrable, en cada veracruzana o veracruzano víctima del sistema que logró mantenerse 86 años en el poder a través de este “particular” modus operandi; entregarle el poder a uno de sus correligionarios, beneficiarse de sus abusos, excesos, y atrocidades, y deslindarse de ellos cuando algo “sale mal”.
Al menos desde mi muy particular punto de vista, los únicos peores al “priista perfecto” son los “priistas perfectos” que hoy lo NIEGAN basados en la falsa teoría que las y los ciudadanos son tan desmemoriados como ellos.
Desde luego yo no soy “estratega política” como son quienes seguramente les asesoran, pero sí una mujer convencida que no hay discurso político que logre erradicar la clara y profunda convicción de anteponer los valores que definen a cualquier ser humano a cualquier circunstancia por más dura que sea… Valores como el compromiso REAL con las y los ciudadanos, y la lealtad hacia todas y todos aquellos con los que compartes esta misma visión y esta misma misión.
Celebro que “el priista perfecto” se haya agotado, pero lamento que quienes saben que lo ayudaron -con acciones u omisiones- a serlo, lo desconozcan, porque este solo hecho dice más de ellos mismos que del que niegan. Tan tan.
Y hablando de…
En uno de los catorce recorridos realizados en las cárceles del estado, en conjunto con las madres que conforman los Colectivos de búsqueda de familiares desaparecidos, platiqué un momento con una de las funcionarias más poderosas durante el Duartismo, Gina Domínguez…
Y si bien no es un secreto para nadie que mil veces la he señalado como una de las principales artífices del infortunio no sólo mío, sino de muchas y muchos compañeros más, tampoco lo es que también he dicho y seguiré diciendo, que la cárcel es un infierno que sólo merecen auténticos demonios, aunque esto claro está, quién finalmente lo determina es un Juez y con base en los hechos que puedan considerarse dentro de esta categoría metafórica en el marco legal…
Pero más allá de su situación legal, lo que no puedo dejar de mencionar, probablemente por la indignación crónica que me diagnóstico el Maestro Luis Velázquez desde hace dos décadas (dicho sea de paso uno de los pocos que a pesar de los ataques de Gina Domínguez, me preguntó cómo estaba), es que me parece una auténtica vileza que todas y todos aquellos a los que esta benefició, con dinero de las y los veracruzanos me queda claro, no se hayan tomado la molestia de ir por lo menos a visitarla, a externarle que sin importar los presuntos delitos cometidos (presuntos delitos que además conocían a la perfección) están ahí en las malas como estuvieron en las buenas, o por lo menos de enviarle alguna carta para ofrecerle su apoyo ya no a ella, sino a su hija que es aún una niña y que ninguna responsabilidad tiene de lo que hiciera o no su madre.
De verdad lo lamento, y de verdad les digo a todos aquellos a los que tan redituable les resultó la “amistad” con Gina Domínguez, lo que un día, hace muchos años le escribí a ella desde este mismo espacio: La vida es como un restaurante, nadie se va sin pagar la cuenta… Ella la está pagando, pero espero de todo corazón que la factura para los que hoy la niegan después de todo lo que les dio, indebidamente pero les dio, incluya los intereses de la deslealtad.
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