Hoy las circunstancias son otras, el PRI se encuentra en el tercer lugar de las preferencias electorales y carga con el lastre de corrupción de los gobiernos de Fidel Herrera y de Javier Duarte. Sin embargo, el PRI cuenta con el activo y capital político de un exalcalde que, a pesar de varios obstáculos, pudo conducir a la capital del estado con una buena aprobación de los xalapeños.
Lo cierto es que Pepe Yunes ha sabido congregar en una verdadera unidad a todas las estructuras tricolores, y éstas, si hacen bien su trabajo, pueden colocar a Pepe Yunes en la gubernatura de Veracruz. Pero eso será posible sólo si los priistas añejos hacen a un lado las poses y las simulaciones, prácticas que han lastimado seriamente al tricolor.