Marco Antonio Aguirre Rodríguez / Para ser el PRI un “partido desinflado”, llegó con mucha fuerza al registro del aspirante único al gobierno del estado: Pepe Yunes.
Sinceramente, los pronósticos decían que iba a estar difícil que se llenará ese auditorio de la sección 32 del SNTE, para 1,500 personas.
Pero, como dijo una vecina de los alrededores: Primero llegaron unos, luego otros pocos; después el flujo se hizo más constante y empezó a llegar más y más personas hacia el auditorio.
“Hasta parece que les van a dar herencia”.
Así era la peregrinación. Y no para pedir un milagro, si no para impulsar un precandidato que quieren que se convierta en candidato y en gobernador de Veracruz.
“No es cuestión de milagros, si no de trabajo para convencer que Pepe es el mejor”.
Y los que llegaban caminaban presurosos en grupos de 2, 6 o de 10, cuando mucho, porque los vehículos tuvieron que quedarse lejos, cubriendo otras calles, porque en las cercanías del auditorio ya no había espacio.
Hoy no hubo matracas, tampoco hubo grupos musicales, ni batucadas sin fin.
Hoy hubo personas que llegaron y llenaron ese auditorio hasta el punto de que la temperatura interior era de 22 grados, mientras en las afueras llegaba a 12 grados centígrados. Y eso que mantuvieron las puertas abiertas para que circulara el aire.
Ese gran monstruo de los transportistas de Veracruz que se fueron con Miguel Ángel Yunes en tropel, hoy regresan con el azul quitado y colocándose el rojo priista otra vez.
No les gustó como los trató el nuevo gobierno. No les gusta como pinta que puede ser con quien aspira a convertirse en el príncipe heredero.
“Es más déspota que su papá. Nada más truena los dedos y quiere que ya esté uno a su lado dispuesto a hacer lo que él quiere”, dijo uno de los dirigentes.
¿En serio?.
Sí. Y todavía quieren que uno se sienta agradecido de que permiten que uno se acerque.
Pepe Yunes llegó al auditorio y caminó por el pasillo recibiendo saludos y devolviéndolos. Vaya, hasta hizo una promesa a un grupo cuya gestión no se concluyó “vamos a buscar que se termine”.
Arribó junto con Héctor Yunes Landa, quien fue el encargado de presentar los documentos de postulación, en una encomienda que él mismo pidió, “desde el primer día que se decidió” que Pepe Yunes sería el candidato del PRI al gobierno del estado.
Héctor más o menos dijo: “quienes pensaban que me iba a ir para otro lado, se equivocaron, porque aquí estoy”.
Y de algún lado del auditorio surgió el grito de “unidad-unidad” que Héctor retomó y creció hasta expandirse por todo el auditorio.
Había 1,800 personas, según cálculos, entre todos los asientos ocupados y cerca de 300 personas de pie en los pasillos.
No todos gritaron “unidad”, pero la arenga resonó de pared a pared.
No fue el PRI de antes, donde hubieran atronado matracas, cornetas, tambores y silbatos, para que hubiera más bulla, porque hoy son tiempos de austeridad, pero pusieron la garganta para gritarlo: “Unidad-unidad”.
Héctor Yunes se llevó su buena tajada de apapacho priista, que después le fue ampliada con una reunión exclusiva para su grupo de “Alianza Generacional”.
Para que no diga que no lo quieren.
Pero además que muchos militantes, antes de que llegara Pepe Yunes, le pidieron tomarse la foto y le dijeron que hacía falta para recuperar Veracruz.
“Recuperar Veracruz”.
Ese es el sentimiento que tienen los priistas y que hoy les crece.
La promesa de cambio que hizo el hoy gobernador azul, no se cumplió.
Y con esa idea Pepe Yunes criticó los resultados del actual gobierno y enfatizó que el estado requiere de “un cambio seguro”.
O sea, que el cambio que se prometió y que hoy existe, es de a mentiritas.
“El cambio de ayer es la realidad de hoy. El cambio de hace un año es la realidad de violencia e inseguridad y recesión económica. Veracruz merece un cambio verdadero, un cambio seguro”.
Y enfatizó: “Sí, es posible un cambio. Tengan la seguridad”.
Ahí los aplausos tronaron.
Pero fueron más fuertes cuando habló de la procuración de justicia en el estado, cuando primero reclamó que el aparato de justicia “no se puede utilizar de manera discrecional ya que el objetivo es restablecer el estado de derecho y combatir la impunidad”.
Pepe Yunes dijo tener “Un claro objetivo”. ¿Cuál?: “acabar con la impunidad”.
Porque ésta sigue existiendo en el estado.
Y el aplausómetro elevó sus niveles.
Pepe Yunes habló de que conoce Veracruz, de que sabe de las necesidades de la agroindustria cañera, de lo que le falta a los cafetícultores, a los citricultores, a los ganaderos, a los pescadores, a los empresarios, a los industriales.
Y eso –apuntó- no se aprende desde una mesa o con una candidatura, si no que se aprende recorriendo el estado y hablando con las personas.
¿Para quién fue la pedrada de la mesa?, ¿para quién la de la sola candidatura?.
Ah, pues ahí que cada quien se ponga el saco que le quede.
Con eso, mostró que tiene preparación para gobernar y por eso pidió a los priistas que no se permita que en Veracruz la improvisación se convierta en una forma de Gobierno.
También se le debe cerrar el paso “al arribo de la ocurrencia”, porque Veracruz merece conocimiento, que implica conocer el estado geográfica y políticamente.
¿Quién es el improvisado?, ¿quién es el de las ocurrencias?.
Sabrán ellos.
La mención de los ausentes y de los presentes
El destape de Pepe Yunes aglutinó, otra vez, a la dirigencia priista, esa que andaba por ahí, desbalagada.
Primero nombró a los ausentes, a los que ya se fueron, y comenzó por mencionar a Juan Nicolás Callejas Arroyo, el dirigente de la sección 32 del SNTE que falleció el año pasado.
Los maestros, se pusieron de pie, y repitieron su grito de batalla. Su hijo, Juan Nicolás Callejas Roldán, agradeció la mención.
Luego Pepe Yunes mencionó a Guillermo Zúñiga Martínez, a quien reconoce incluso como su mentor político.
Américo Zúñiga, su hijo –el alcalde saliente de Xalapa-, debió de inflar el pecho con esto.
Después agradeció a Juan Carlos Molina, el dirigente de la CNC, a quien se menciona como posible candidato al Senado, junto con una mujer (¿quién?), que todavía no se define.
(Entre paréntesis: La convocatoria del PRI para la selección de candidatos al Senado sale el día 10 de enero, y luego vendrá la de candidatos a diputados federales y después la de candidatos a diputados locales).
Y agradeció la presencia del delegado del CEN del PRI, Fernando Moreno Peña, y la del presidente estatal, Renato Alarcón
También mencionó a su “amigo” Enrique Levet Gorozpe, el dirigente estatal del sindicato de académicos de la Universidad Veracruzana.
Por supuesto que también agradeció la presencia de su esposa, de sus hijos, de sus padres, de sus hermanos y hasta de sus amigos que llegaron de Perote
Y siguió la lista, larga.
Pepe Yunes bajó del estrado, para recorrer el mismo pasillo por el que llegó, hablando con unos y otros, tomándose selfies aquí y allá, rodeado de priistas que están seguros de que pueden “recuperar Veracruz”.
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