No se le reprocha al alcalde que despida a los empleados de confianza del ayuntamiento. La ley, ya nos la mostró, le da atribuciones para despedir a quien se le pegue la gana; para eso es el alcalde, la máxima autoridad del municipio. El problema señor alcalde es que usted declaró sobre los empleados de confianza: «Vamos a revisar su desempeño y en aquellos casos de los servidores públicos de carrera, los retendremos y el resto, tendremos que revisar otros perfiles».
Pero no lo hizo, no se tomó el tiempo para revisar ese desempeño, simplemente tomó una decisión basada en lo que la ley le permite y eso es despedir a quien se le pegue la gana. No se vale crear falsas expectativas en los empleados municipales tan sólo para salir del paso en una entrevista y después decir que está usted cumpliendo la ley. Antes que cumplir con la ley, primero cumpla con su palabra.