Se ve que Hipólito Rodríguez sí pasó por la universidad, a leguas se nota que es persona aplicada y que sabe de leyes. Sin embargo, creemos que no todas sus materias las pasó con 10. Si revisáramos en su boleta, si es que todavía la guarda, que creemos que sí, encontraremos que en ética pasó de panzazo.
No se le reprocha al alcalde que despida a los empleados de confianza del ayuntamiento. La ley, ya nos la mostró, le da atribuciones para despedir a quien se le pegue la gana; para eso es el alcalde, la máxima autoridad del municipio. El problema señor alcalde es que usted declaró sobre los empleados de confianza: «Vamos a revisar su desempeño y en aquellos casos de los servidores públicos de carrera, los retendremos y el resto, tendremos que revisar otros perfiles».
Pero no lo hizo, no se tomó el tiempo para revisar ese desempeño, simplemente tomó una decisión basada en lo que la ley le permite y eso es despedir a quien se le pegue la gana. No se vale crear falsas expectativas en los empleados municipales tan sólo para salir del paso en una entrevista y después decir que está usted cumpliendo la ley. Antes que cumplir con la ley, primero cumpla con su palabra.
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