Jorge Flores Martínez / En la primera campaña para gobernador de Miguel Ángel Yunes Linares, en 2010, tenía como tema la canción Color esperanza de Diego Torres, la que repetían hasta el cansancio durante los mítines, y viene al caso ahora, porque la esperanza de esos días tenía un color muy distinto, era más bien un tono azul Yunes tirándole a perder.
Por cierto, es curioso que para nosotros la esperanza sea algo positivo, cuando para los antiguos griegos fue una suerte que de todos los males que había en la Caja de Pandora, haya sido la esperanza la que quedo dentro, y es que es justamente esta la que nos lleva a abandonar la lucha y dejar todo en la esta para que se encargue de resolver nuestros problemas. Por eso no es casualidad que muchos lideres autoritarios nos vendan que ellos son los que la representan, pero en fin, regresemos a los que estábamos.
Ahora en el 2018 en Veracruz, la esperanza, como decía, tiene otro color, definitivamente ahora el hijo de Miguel Ángel Yunes Linares cuenta con todo el aparato del Estado para ganar, además tiene en sus manos el corredor Veracruz-Boca del Río que le representan un importante número de votos, y el apoyo del PAN en todo el estado.
También es cierto que en el mapa de Veracruz hay zonas oscuras que no las tiene plenamente cubiertas, pero que, con un trabajo intenso desde que su papá ganó la gubernatura han ido conquistando o negociando poco a poco. Creo que en este momento prácticamente en el papel tienen los votos necesarios para ganar.
Claro que este trabajo intenso requirió de negociaciones inconfesables, y una de estas era una incógnita que se despejó rápidamente, me refiero a Miriam González Sheridan, ex morenista, que a pocos días de presumirnos su selfie junto al gobernador en un vuelo privado, se anunció que ella será la candidata a gobernadora por el Partido Nueva Alianza (Panal); ya la esperanza tiene color, se trata del azul turquesa del Panal.
La negociación inconfesable se encuentra precisamente en que este partido es la puerta de emergencia que muchos de nuestros más “distinguidos” diputados buscarán abrir con a esperanza de obtener sus necesarísimos y se puede decir, negociados fueros.
Estos impresentables diputados saben que no tienen cabida en ningún otro partido, representan una carga imposible de sostener para cualquier candidato a gobernador con verdaderas intenciones de ganar. Además tienen perfectamente claro, por propia experiencia, que las elecciones se ganan con mucho dinero y con estructura electoral, cosas con las que cuentan y de sobra.
El negocio es perfecto, como lo comenté en este mismo espacio hace unas semanas, se trata de impunidad total a cambio de estructura política. Harán campaña con el voto cruzado, por ellos y por Miguel Ángel Yunes Márquez. Es de esta forma que fueron armando poco a poco la estructura electoral necesaria para garantizar la victoria, es decir, fueron llenando las zonas que no tenían cubiertas plenamente.
Ahora solo resta ver como reacciona el PRI que perdona todo menos la traición, después de todo, nuestros diputados impunes construyeron las estructuras electorales dentro del PRI, peso a peso con el dinero que le robaron a los veracruzanos; y que, ahora son indispensables para cualquier partido para ganar, y no solo la gubernatura; lo que está en juego es la presidencia y no creo que los priistas dejen, así no’más, que se la apropien los azules.
Como dije, Miguel hijo tiene todo para ganar, lo malo es que mucho del andamiaje está construido a base de traiciones y justamente como lo dice el viejo refrán, “El que traiciona una vez, traiciona siempre”.
Y es por esto que Pepe Yunes y Cuitláhuac García aún tienen la esperanza de ganar, aunque para ellos color de la esperanza no sea el azul turquesa del Panal.
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