Los llamados a saquear se dieron desde las redes sociales. Sujetos, algunos de ellos miembros del crimen organizado, promovieron estos saqueos y ya sabe usted lo que dice el dicho: «A río revuelto, ganancia de pescadores». Pues excusados en los supuestos aumentos a la gasolina y las tortillas, algunos vivillos hicieron el llamado a saquear centros comerciales para que, como el año pasado, poner en jaque al gobierno. Pero esta vez los detectaron, los detuvieron y «podrían enfrentar una pena de hasta 30 años de prisión, como establece la Ley”.
Se les considera posibles incitadores a cometer un delito, terrorismo o sabotaje. Parece severo, pero si tomamos en cuenta las fatales consecuencias de esta incitación al saqueo, ya no se ve tanto. Esto también es un mensaje para aquellos que se quieran pasar de vivos y crean que las redes sociales son para originar caos y sacar provecho de ello.